Italia, uno de los países más afectados por Xylella fastidiosa, se ve incapaz de controlar la expansión de la bacteria por la falta de trabajadores a causa de la crisis sanitaria causada por el coronavirus Covid-19.
Italia denuncia el freno de la lucha contra Xylella, lo que puede provocar graves consecuencias a toda la parte del Mediterráneo.
Carmela Riccardi, presidenta de la Asociación del Comité Libero Anti-Xylella, ha sido la encargada de enviar una carta al diario italiano Corriere del Mezzogiorno informando de la situación en la que se encuentra el país. «La pandemia de coronavirus no puede ser una coartada para no hacer frente a emergencias como Xylella, una epidemia que está poniendo en peligro la extinción del olivar en todo el Mediterráneo”, afirma Ricardi, que pone el ejemplo de la falta de contención inmediata en el brote que se ha producido en Gallipoli.
Considera que existe “gran falta de atención a este problema” y alerta de que el desastre económico y paisajístico que ya está afectando al Piana degli Olivi Monumentali, será más devastador. Además, las áreas que aún pueden salvarse no se están tratando.
Ricardi afirma que presentan esta queja porque “después de casi dos años, en la región de Puglia se están cambiando radicalmente las reglas”. No están recibiendo ningún respaldo científico o público y se ha decidido cancelar el trabajo en áreas infectadas.